
Todos los que hemos tenido la suerte de subirnos a las tablas del Gran Teatro, con cualquier grupo de diversa calidad, sabemos lo que nos aportaba esa lluvia de claveles. Todos, absolutamente todos los grupos, recibían dicha recompensa a los meses de ensayo y trabajo. Jamás se le vió un mal gesto, una mala palabra, con nadie del mundo del carnaval. Siempre entendió el concurso como eso, un concurso, sin importar que sus hijos o nietos salieran en uno u otro grupo, ni importar que la gente estuviera con una agrupación u otra. Para ella todos esos grupos eran dignos del Primer Premio. Es nuestro mayor patrimonio del carnaval, ya que todas las agrupaciones que venían de fuera, siempre lo primero que mencionaban al hablar de nuestro concurso, es a a la señora de los claveles. Se le han cantado infinidad de letras, lo que demuestra que la gente de nuestro carnaval ha sabido ser agradecido en vida con ella. Además, los que hemos tenido la suerte de compartir años, ensayos y amistad con gente de su familia, nos hace ver que el mismo cariño que demostraba al carnaval, lo demostraba con su familia y los suyos. Madre y abuela con mayúsculas, hoy nuestro carnaval está de luto.
...y es que uno nunca está preparado para dar este tipo de noticias.
Que emotivo.
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